Eucaliptus y sus beneficios

lunes, 19 de enero de 2015


Entre las variadas y beneficiosas propiedades del aceite esencial de las hojas de Eucalipto, destacan las de ser un descongestionante eficaz y para combatir infecciones respiratorias. Se utiliza en forma de ungüento, en pastillas, jarabes o en vaporizaciones. El aceite se usa de forma tópica como tratamiento para dolores musculares y de articulaciones, así como para tratar el herpes labial.

También puede ser usado de manera más práctica colgando ramitas del Eucaliptus en la ducha. Cuando tomes un baño o una ducha caliente, el vapor liberará los aceites de sus hojas. Es una planta descongestionante natural, tomar una ducha con esta implementación puede ayudar a despejar los senos paranasales y aflojar la tos.

Usa la especie Eucalyptus Globulus que es el mejor antiséptico ambiental para prevenir enfermedades respiratorias, las típicas enfermedades del invierno y las de la infancia. Es uno de los mejores antisépticos de las vías respiratorias, efecto que se potencia con sus propiedades antifebriles, expectorantes y descongestivas. Además, el eucalipto es analgésico, antiséptico, antiespasmódico, desodorante, descongestivo, diurético, expectorante, estimulante mental.

El Eucalipto relaja y dilata la musculatura de la tráquea, los bronquios y los pulmones. Como consecuencia los alvéolos se dilatan e ingresa  más oxígeno a la sangre de los pulmones, y por lo tanto a todo el organismo. Al haber más oxígeno se aumenta la combustión interna de las células y así el calor natural destruye los gérmenes y las toxinas;  por consecuencia,  baja la fiebre.

Es antiséptico, expectorante, antiespasmódico, desgongestivo, antifebril y fluidificante del mucus. Ideal para tratar: resfríos, catarros, gripe, bronquitis, sinusitis y fiebres.

Tiene un efecto refrescante en el organismo, reduce efectivamente la temperatura. Es antiviral y bactericida.
Produce al inspirar un efecto liberador porque relaja la musculatura de las vías respiratorias de ahí que sea bueno para los asmáticos, alivia la angustia, la sensación de ahogo y baja la presión arterial.

Es bactericida. Debido a su eficacia en resfríos, herpes, gripe y sarampión podemos considerar al eucalipto como un agente antiviral. Ha sido ampliamente comprobada su acción en las infecciones respiratorias, bronquitis, tuberculosis, difteria, rinitis fétida, gangrena pulmonar.

Da sensación de bienestar entre otras cosas porque es estimulante cardíaco. Bueno para cuando uno se siente aletargado o bajo de ánimo.


Parque Chacabuco

jueves, 20 de noviembre de 2014


 
Este parque, creación del Ingeniero Carlos Thays,  fue trazado y colocado su nombre  el  15 de mayo de 1903. Ubicado en el barrio que lleva el mismo nombre, que hace referencia a la victoria del  Gral. José de San Martín  sobre los realistas, en el ramal de los Andes Chilenos,  llamado Chacabuco,  acaecida el 12  de febrero  de 1817.

  
El barrio Parque Chacabuco se formó alrededor de una Fábrica Nacional de Pólvora, por eso fue llamado por muchos vecinos “el polvorín de Flores”. Esta fábrica ocupaba la parte sur del parque, pero en 1898, una gran explosión que conmovió la ciudad la hizo desaparecer.
  
  
En 1899 la Municipalidad dispuso la cesión gratuita de estos terrenos para la formación de un paseo público y en 1910, por el entonces intendente Joaquín S. de Anchorena, se oficializaron las ferias municipales que funcionaban desde su creación en este parque que representan el estado del actual Parque Chacabuco.


Parque Rivadavia

jueves, 6 de noviembre de 2014



Se inauguró en 1928 con la presencia del intendente porteño y del presidente de la Nación, Marcelo T. de Alvear. Los terrenos hasta entonces habían sido propiedad de la familia Lezica, que había construido en el lugar una casa de veraneo.

En 1846, don Ambrosio Plácido de Lezica adquirió el terreno de forma triangular que limitan las actuales avenidas Rivadavia, La Plata y la calle Rosario, en la Ciudad de Buenos Aires. Más tarde, hacia 1860, comienza a construir sobre el lugar una finca de recreo familiar al estilo de las muchas que por esos años se levantaban en la zona.


La finca gozaba de una inmejorable ubicación, debido a que tenía su frente sobre el incipiente camino a San José de Flores y, a sus lados, se hallaban dos pulperías muy reputadas en la época: La de Martínez, por el este y, hacia el oeste, la de Nicolás Vila, conocida en la zona por su veleta con la figura de un caballo, que luego daría nombre al barrio de Caballito

El predio estaba limitado sobre la actual Avenida Rivadavia por un muro de mampostería, con pilares que enmarcaban varios tramos de reja artística. La vivienda en sí, contaba con un amplio vestíbulo construido con una estructura metálica y un cerramiento con vidrios de colores, que escondía parte de la fachada. Construida con gruesos muros de mampostería, podía apreciarse desde el frente, el ritmo impuesto por pilares que marcaban las aberturas.

Construcción lujosa para la época contaba además con amplias dependencias de servicio, una enorme cochera, un invernadero calefaccionado, una noria, esta última se conserva en la actualidad en su emplazamiento original dentro del Parque Rivadavia y un lago artificial.

La casa fue residencia permanente de la familia desde 1871 y durante el periodo en que la fiebre amarilla asoló Buenos Aires. Por esa época la familia acostumbraba dar fiestas y tertulias a las que asistían frecuentemente personalidades de la época como el presidente Domingo Faustino Sarmiento, quien regaló a Lezica uno de los siete ejemplares de eucalipto, que había hecho traer desde Australia, para que lo haga plantar en el parque de la quinta.

El fallecimiento de don Ambrosio Lezica, ocurrido en diciembre de 1881, dio lugar a un periodo de incertidumbre económica en la familia. A partir de entonces, se despidió al personal de servicio y se dejó de habitar la quinta. Mientras, lentamente, los alrededores se iban urbanizando, la casa sufría los deterioros propios del paso del tiempo. Hacia 1900, estaba totalmente abandonada y el parque era un baldío en el que, según crónicas de la época, habitaban ladrones y fantasmas.

En diciembre del año 1927, después de varios intentos de comprar la propiedad con el objetivo de parquizar el terreno, el municipio dictó una ley de expropiación para la Quinta Lezica. Los Lezica, aviniéndose a la expropiación, solicitaron que, en el futuro, el lugar conservara su nombre. Sin embargo, una vez realizados los trabajos de remodelación sobre un diseño del paisajista Carlos Thays, el paseo se llamó Parque Rivadavia.


El Rosedal de Buenos Aires

miércoles, 5 de noviembre de 2014



El Rosedal forma parte de los terrenos que pertenecieron a Juan Manuel de Rosas hasta su derrota en la Batalla de Caseros donde se les fueron confiscados por Sarmiento y el paisajista Carlos Thays diseñó allí el Parque Tres de Febrero (fecha de la batalla).
Fue Joaquín Anchorena, intendente de Buenos Aires entre 1910 y 1914, quien impulsó la idea de crear un jardín de rosas dentro del parque.


 
El ingeniero agrónomo Benito Carrasco, que estaba al frente de la Dirección de Parques y Paseos, quien lo construyó sobre un predio de 3,4 ha, actualmente situado entre las actuales avenidas Infanta Isabel, Iraola, y Presidente Pedro Montt. 

En 1920 se le anexó un jardín de estilo andaluz, proyectado por Eugenio Carrasco, hermano de Benito y sucesor de éste en la Dirección de Parques y Paseos. En 1929 se le añadió al jardín un Patio-Glorieta Andaluz, regalado por el Ayuntamiento de Sevilla. 


 

La obra se completó entre el 5 de mayo y el 22 de noviembre de 1914. En ese entonces se plantaron 14.650 rosales correspondientes a 1.189 variedades. Se dotó al jardín de una pérgola de estilo griego que bordea aún hoy al lago, un templete y un embarcadero. Se destacó siempre un puente de acceso de arquitectura griega, situado junto a la avenida Infanta Isabel.

Actualmente El Rosedal es la única plaza del Parque 3 de Febrero que se encuentra enrejada y posee personal fijo encargada en su mantenimiento.

El Rosedal de Buenos Aires 2014

Historia de la Vitivinicultura Argentina

viernes, 31 de octubre de 2014



La historia de la Vitivinicultura Argentina se remonta a la época de la colonización, ya que el cultivo de la vid estaba estrechamente relacionado con las prácticas agrícolas de los colonos españoles.

Las primeras especies Vitis vinífera llegaron a mediados del Siglo XVI al Cuzco (Perú), de allí pasaron a Chile y a partir de 1551 fueron introducidas en la Argentina.

Su cultivo se vio fomentado por el consumo de vino y pasas, como alimento calórico, por parte de los soldados, y también por los sacerdotes católicos misioneros.

A fines del Siglo XIX se comenzaron a emplear en mayor escala barriles de madera y a partir de 1853 la región vitivinícola más importante del país sufrió una transformación radical, debido a la creación de la 

Quinta Normal de Agricultura en Mendoza y la llegada del ferrocarril.

En las Provincias de Mendoza y San Juan se implantaron los primeros viñedos entre 1569 y 1589.

El dictado de las leyes de aguas y tierras permitió el crecimiento de la colonización, con el importante aporte de los inmigrantes europeos que conocían muy bien las técnicas vitivinícolas y el cultivo de las variedades aptas para vinos finos, lo que dio lugar a innovaciones en las prácticas enológicas utilizadas en las bodegas hasta ese entonces.

Fuente: Instituto Nacional de Vitivinicultura.

Regiones Vitivinícolas de Argentina: Patagonia

martes, 30 de septiembre de 2014


Región Patagónica:

Esta región situada en la Patagonia Argentina, a 39° de latitud sur, es la zona vitivinícola más austral y la que se encuentra a más baja altitud: 300 metros sobre el nivel del mar.

El cultivo de la vid se concentra en el Alto Valle del Río Negro, formado por los ríos Negro, Limay, Neuquén y Colorado. El clima es continental, templado seco con una notable amplitud térmica. La temperatura media anual es de 15°C.

Uno de los rasgos particulares de la región son los vientos patagónicos que obligan a los viticultores a levantar barreras forestales para proteger los viñedos.

Los paños cultivados no necesitan muchas intervenciones sanitarias ya que la buena insolación que reciben los racimos evita enfermedades.
Río Negro posee más de 1.500 ha. y en Neuquén se registran unas 170, aunque en los próximos años entrarán en producción nuevas superficies de producción.

La región presenta condiciones óptimas para el desarrollo de variedades de zonas frías como las tintas Merlot y Pinot Noir.

También se pueden encontrar muy buenos ejemplares de Malbec. Entre los blancos se destacan el Semillón y el Sauvignon Blanc. Las variedades como el Traminer y el Riesling también caracterizaron durante mucho tiempo a la región.

Land Art: una tendencia que crece


El Land Art es una corriente del arte contemporáneo, que utiliza el marco y los materiales de  la naturaleza (madera, tierra, piedras, arena, viento, rocas, fuego, agua etc.). Generalmente, las obras se encuentran en el exterior, expuestas a los elementos, y sometidas a la erosión natural; por lo que algunas desaparecieron, quedando de ellas sólo el recuerdo fotográfico.

El principio fundamental del Land Art es alterar el paisaje para producir el máximo de efectos y sensaciones. De modo general en las realizaciones se pretende reflejar la relación entre el hombre y la tierra, el medio ambiente y el mundo, expresando de esta forma el dolor, el deterioro ambiental y climático.

La principal técnica que utilizan los artistas de Land Art es la instalación en el paisaje, donde sus trabajos interactúan con el medio ambiente de forma directa. Para ello, los artistas alteran la topografía, distribuyen colorantes en playas o desiertos, pintan árboles, piedras, etc.

El Land Art se encuentra dentro de las corrientes inscritas en la desmaterialización del objeto artístico, ya que los artistas del Land Art niegan el papel preponderante de los museos y galerías, desviando su atención y práctica del arte a lugares inéditos y naturales.
 

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